CHIPS DE KALE AL TOQUE EXÓTICO

 

Entre los norteamericanos, la kale –nuestra col verde o rizada– se ha convertido en el vegetal por excelencia. La llaman la nueva carne, la reina de los vegetales y fuente inagotable de nutrición porque contiene muchos micronutrientes.

Botánicamente hablando, esta planta pertenece a la subfamilia de las coles Brassica oleracea, de hojas verdes y carnosas. En este mismo grupo, también encontramos hortalizas como el brécol, la coliflor y las coles de Bruselas. Nativa de la costa sur y oeste de Europa, actualmente se cultiva ampliamente en todo Europa, Japón y Estados Unidos gracias a la riqueza nutricional de sus hojas con volantes. Se cosecha durante los meses de invierno, entre noviembre y marzo, puesto que el clima frío mejora su calidad de sabor.

¿Qué hace que la col rizada sea tan excepcional?

1. Es baja en calorías y alta en fibra

Una taza de col rizada tiene sólo 36 calorías, 5 gramos de fibra y 0 gramos de grasa. Agiliza el proceso de digestión de los alimentos y, como contiene mucha fibra, regula y ayuda en el proceso de eliminación.

2. Es una buena fuente de poderosos fitonutrientes

Los fitonutrientes son sustancias naturales que se encuentran en los pigmentos de los vegetales y que tienen un gran poder antioxidante y protector de las células. La col rizada es muy rica en carotenoides y flavonoides, los dos principales antioxidantes asociados a propiedades anticancerígenas.

3. Contiene mucho hierro

Por caloría, la col rizada tiene más hierro que la carne de vacuno. El hierro es esencial para la salud, puesto que está presente en la formación de la hemoglobina y de las enzimas, en el transporte de oxígeno a diferentes partes del cuerpo, en el crecimiento celular, y en el funcionamiento hepático, entre otros.

4. Contiene mucho calcio

Contiene 135 mg de calcio por cada 100 g, más que la leche de vaca, que aporta 120. Además, a diferencia otras verduras, tiene una proporción muy baja de ácido oxálico, que interfiere en la absorción del calcio, lo que garantiza que aprovechemos al máximo este mineral, que nos ayuda a prevenir la pérdida ósea y la osteoporosis y a mantener un metabolismo saludable.

5. Contiene mucha vitamina C

La col rizada contiene 120 mg de vitamina C por cada 100 g, el 200% de la dosis diaria recomendada. La vitamina C es un antioxidante potente y es conocida porque fortalece el sistema inmunológico y previene los resfriados. Además, también ayuda a absorber el hierro no hemo –el que se encuentra en los vegetales– y a mantener el cartílago y la flexibilidad de las articulaciones.

6. Contiene mucha vitamina A

La vitamina A es esencial para una buena salud ocular, un buen estado de la piel y mucosas y ayuda a prevenir cánceres de pulmón y de la cavidad oral.

7. Contiene mucha vitamina K

Es una de las fuentes vegetales de vitamina K por excelencia: 100 g proporcionan el 700% de la ingesta diaria recomendada. Según el American Journal of Clinical Nutrition, una dieta alta en vitamina K nos ayuda a proteger el organismo contra varios tipos de cáncer, a fortalecer y a promover la formación ósea, y a prevenir la coagulación de la sangre. Unos niveles adecuados de vitamina K en la dieta ayudan a limitar el daño neuronal, motivo por el que juega un papel tan importante en el tratamiento de pacientes con Alzheimer.
El consumo de kale está contraindicado si se toma medicación anticoagulante, puesto que la vitamina K que contiene puede interferir con el fármaco y provocar niveles de toxicidad.

8. Tiene propiedades antiinflamatorias

Una taza de col rizada contiene un 10% de la dosis diaria recomendada de ácidos grasos omega-3, que ayudan a luchar contra los trastornos de artritis, asma y enfermedades autoinmunes.

9. Protege de enfermedades cardiovasculares

La fibra de la col rizada se une a los ácidos biliares y ayuda a regular los niveles de colesterol en la sangre, lo que reduce el riesgo de tener enfermedades del corazón.

10. Es un alimento depurativo

Como contiene mucha fibra y sulfuros, la col rizada es un alimento idóneo para depurar el cuerpo y mantener el hígado sano.

A la hora de comprar y conservar

Antes de comprar col rizada, aseguraos que sea muy fresca, que tenga el tronco firme y que el color de las hojas sea intenso. Cuanto más pequeñas sean las hojas, más tierno y suave será su sabor. Para una mejor conservación, guardar sin lavar en una bolsa de plástico dentro de la nevera.

A la hora de consumir

Antes de empezar a cocinar col rizada, hay que lavar muy bien las hojas para eliminar cualquier tipo de arena, suciedad o residuo de pesticidas o herbicidas.

Una forma divertida y sabrosa de introducir este vegetal a los más pequeños es haciendo chips.

fuente: http://www.soycomocomo.es

RECETA CHIPS DE KALE AL TOQUE EXÓTICO:

Hay muchísimas formas de preparar los chips de Kale, y esta es una un tanto peculiar.

Generalmente se preparan con aceite y sal, esa es la forma más sencilla de hacerlas, y por supuesto que quedan espectaculares siempre.

He de decir que los ingredientes los hecho «a ojo», con esto quiero decir que se pueden modificar las cantidades y quedarán igualmente bien. Las he hecho de muchas maneras, pero con frutos secos, en este caso anacardos, es como más gustan, ya que quedan extra-super-crujientes.

También se pueden echar en la ensalada para darle un toque crujiente.

 

INGREDIENTES:

Para un manojo de 8 hojas aprox:

-un generoso puñado de anacardos, mejor remojados para que estén más blanditos.

-2 cucharadas de postre de cilantro en polvo

-1/2 cucharada de comino en polvo

-3 cucharadas de postre de cebolla seca «chalote»  (o cualquier otra cebolla seca). Suelen estar dónde las especias.

-1 cucharadita de sal del himalaya

-1/2 cucharadita de pimienta negra, o mezcla de pimientas…

-Aceite de oliva virgen extra

– Agua.

 

PROCEDIMIENTO:

Batimos bien los anacardos, con un poco de agua y las especias, hasta que quede una pasta.

Lavamos bien las hojas, las secamos y le quitamos todo el tallo, sólo haremos servir lo verde.

Cortamos las hojas y las ponemos en un bol grande.

Masajeamos bien las hojas con aceite, hasta que quede bien repartido. Y luego añadimos la masa y hacemos lo mismo, mirando que quede bien repartido por todas las hojas.

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Una vez bien mezcladas, ponerlas extendidas y separadas en la bandeja de la deshidratadora o del horno.

Si tenemos deshidratadora, mucho mejor, pues se conservan todas las propiedades de la col intactas. En 6 horas a 45 grados estarán listas para comer.

En el horno, están hechas en sólo 10 minutos aproximadamente, pero hay que tener cuidado de que no se quemen. Sobretodo hay que ir vigilando hasta que estén crujientes pero sin tomar un color café, porque entonce tendrán un sabor más amargo.

Este es el resultado final, es algo que hay que probar, no saben a col en absoluto, están muy crujientes y deliciosas! IMG_20160223_140447

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